41) La parada de los monstruos.
LA PARADA DE LOS MONSTRUOS
(FREAKS, 1932)
DIRECTOR: TOD BROWNING
INTÉRPRETES PRINCIPALES:
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WALLACE FORD: PHROSO
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LEILA HYAMS: VENUS
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OLGA BACLANOVA: CLEOPATRA
Sinopsis.
En un circo lleno de seres deformes, tullidos y personas con diversas amputaciones, Hans, uno de los enanos, hereda una fortuna. Cleopatra, una bella acróbata, intentará seducirlo y luego envenenarlo para hacerse con su dinero. Para ello contará con la complicidad de Hércules, el forzudo del circo. El plan fracasará al ser descubiertos, y sobre ellos recaerá la más cruel de las venganzas por parte de los “monstruos”, los cuales cumplen su código para defenderse: el mal que se le hace a uno de ellos, se le hace a todos.
Aspectos interesantes
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El revuelo que causó su estreno (gritos, desmayos...) hizo que a los pocos días fuera retirada de la circulación. Hubo que esperar a la década de los 60 para que el filme tuviera una exhibición medianamente normal.
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La película fue interpretada por personas con deformidades físicas reales, incluso con padecimientos mentales. No se utilizaron efectos especiales de maquillaje, excepto en una breve escena al final de la película.
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La palabra freaks se acuñó gracias a esta película.
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Harry Earles (el enano Hans) y Daisy Earles (su prometida Frieda en la película) en la vida real eran hermanos.
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La productora consideraba demasiado salvaje el final original, razón por la cual impuso un epílogo en el que un millonario Hans se arrepiente de lo acontecido y Frieda le consuela.
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La película trata de cómo nos dejamos subyugar por la belleza física (Hans se enamora de Cleopatra, mujer hermosísima. Obsesionado por conseguir el amor de ésta, menospreciará el sentimiento sincero que hacia él tiene Frieda, otra freak como él); de cómo rechazamos aquello que es distinto; de cómo disfrutamos infligiendo dolor a los que se hallan en desfavor (el comportamiento gratuitamente cruel y humillante de Hércules y Cleopatra hacia los freaks); de cómo la ambición por el dinero hace de nosotros verdaderos monstruos; de cómo hay gente buena en el mundo (Phroso y Venus, sin ser freaks, no menosprecian a aquéllos que son distintos)...
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La cinta está plagada de escenas impactantes como la boda de Hans y Cleopatra, el “Torso Viviente” (hombre sin extremidades) encendiéndose un cigarrillo sin ayuda de nadie o el preludio de la venganza de los freaks... También hay lugar para el humor (la relación amorosa de una de las hermanas siamesas unidas por el tronco) y el amor (Phroso y Venus, y Hans y Frieda).
