18) Los hermanos Marx en el Oeste.
LOS HERMANOS MARX EN EL OESTE
(GO WEST, 1940)
DIRECTOR: EDWARD BUZZELL
INTÉRPRETES PRINCIPALES:
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GROUCHO MARX: S. QUENTIN QUALE
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CHICO MARX: JOSEPH PANELLO
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HARPO MARX: RUSTY PANELLO
Sinopsis.
La acción se sitúa en 1870 y arranca con una cita de Horace Greely, famosísima en Estados Unidos (y que da título al film): “Go West, young man, go West” (ve al Oeste, joven, ve al Oeste). A una estación de tren llega el personaje de Groucho con unos porteadores negros que acarrean su equipaje. En la taquilla se cruza con los hermanos Panello. A todos ellos les falta el dinero suficiente para comprar un billete de tren para el Oeste, a donde quieren ir para enriquecerse. Joe (Chico) y Rusty (Harpo) intentan timar a Quale con un billete volador de diez dólares. Rápida, inspirada, la secuencia es divertidísima (“¿Quiere a su hermano?”. “No, pero estoy acostumbrado a él”).
De ahí saltamos a la oficina del Ferrocarril New York & Western, donde un joven de buen corazón, Terry Turner, intenta arreglar la tropelía de su abuelo, que le vendió unos terrenos desérticos (denominados La Cañada del Muerto)) a un buscador de oro, Dan Wilson, haciendo que el nuevo tendido de vías los atraviese y, por tanto, revalorice. La razón: Turner está enamorado de Eve Wilson, la nieta del timado. Mientras tanto, los hermanos Panello dejan en préstamo diez dólares al viejo Wilson que, en garantía, les entrega la escritura de propiedad de La Cañada del Muerto.
El malvado Red Baxter sustrae la escritura y a partir de ahí, se sucede la acción en la que Groucho, Chico y Harpo tratan de recuperarla para ayudar a los enamorados Terry y Eve.
Aspectos interesantes
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La película incluye escenas memorables: las estafas mutuas en la estación; el reencuentro de los Marx dentro de una diligencia; el enfrentamiento a muerte de Baxter y Harpo; el robo de la escritura en la caja fuerte de la oficina del piso superior del Crystal Palace Saloon, cuando las coristas distraen y emborrachan a Joe y a S. Quentin; el paseo de Eve, Terry y los Marx cantando; la reunión con los indios; y, por supuesto, las escenas del tren.
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La
música está muy presente en el film. Chico se luce con el piano, usando hasta una naranja, y Harpo toca el arpa, que aparece como telar en el campamento indio.
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Contiene frases que se han hecho célebres: “Le doy mi palabra de tramposo de que estaré de vuelta en dos minutos”, “El Oeste no me gusta: no hacen más que matarse unos a otros. Me gustaría el Oeste si estuviera en el Este”.
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La fotografía aporta imágenes de gran comicidad: el soplo del polvo del monedero, el afilado del hacha con la rueda del tren, las vueltas del tren en círculo como si fuera un tiovivo.
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Hay momentos dedicados a los espectadores de 1940, como cuando Groucho dice que Don Ameche (actor que acababa de encarnar con enorme éxito en la gran pantalla a Alexander Graham Bell) aún no ha inventado el teléfono.
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Lo mejor de la película: la espectacular persecución dentro del tren. Dentro del ferrocarril, los Marx vienen y van, Harpo sujeta dos vagones, los hermanos corren por el tejado del tren, apagan y reencienden la locomotora… Y finalmente desmantelan los vagones para poder alimentar con leña la caldera.
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En la versión original nadie dice “¡Más madera, es la guerra!”, sino que ese chiste es obra de los dobladores. Groucho sólo grita, eso sí, repetidamente: “¡Jimbo!”.
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La última secuencia resucita el famoso encuentro de las dos compañías de ferrocarril (en la película sólo es una) que supuso la unión de Estados Unidos por vía de costa a costa.
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En los papeles secundarios, hay que destacar especialmente a John Carroll (Terry Turner), Diana Lewis (Eve Wilson), Walter Woolf King (John Beecher), Robert Barrat (Red Baxter) y June MacCloy (Lulubelle).
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En algunos de los mejores gags se ve la mano de Buster Keaton, que colaboró secretamente (en Metro-Goldwyn-Mayer no querían que el público lo supiera) con el trío.
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La película se estrenó en España en 1969.
