La sagrada tierra batida, patria de poetas y héroes.
La tierra batida, patria de poetas y héroes, consagra al jugador más completo, al que reúne las mejores condiciones en todos los aspectos del tenis: técnicos, tácticos, físicos, psicológicos y emocionales. El que aúna en su raqueta una técnica brillante, una táctica inteligente, un físico de titán, así como un control psicológico y emocional de todas las circunstancias que rodean a los partidos.
El juego en tierra batida es de una estética arrolladora. No hay nada más bello que el deslizamiento sobre el polvo de ladrillo, los imperiales golpes liftados, los intercambios de golpes donde la táctica es un factor primordial.
Y si a la lírica del tenis en tierra batida sumamos la épica de los grandes partidos a cinco sets y las batallas inconmensurables que enaltecen al público, tenemos uno de los espectáculos más maravillosos del deporte.
Tierra batida, patria de poetas y héroes, cuyo máximo escenario es Roland Garros, imperio del más grande: Rafa Nadal.