128) Noche de flamenco.
Una noche muy especial la vivida en la Sala Matisse, cuya gestión ha cambiado a otras manos desde enero de este año. Los nuevos propietarios tuvieron una amabilidad infinita con nosotros y un trato exquisito, y fue un placer estar a su lado. Así que muchísimas gracias.
También muchísimas gracias al cantante Rafael Vargas, con el que tuvimos una muy interesante conversación que finalizó con un consejo muy valioso: HAGAS LO QUE HAGAS, HAZLO CON PASIÓN.
También gracias a las bailaoras Manuela Morales y Sandra Ruiz por su arte y simpatía arrolladora, y al guitarrista Ricardo Bustamante por su virtuosismo.
Fue nuestra primera aproximación a este estilo musical y les diremos a ustedes que siempre habíamos escuchado que el flamenco grita lo que el alma calla, y así lo sentimos nosotros.
Así lo vivimos nosotros: el flamenco como un sentimiento del alma que se baila, se canta y se toca. El flamenco como un sentimiento que nace en las entrañas, fluye en el corazón y en los adentros y se expresa a través del arte.
El flamenco lo sentimos como compás, duende, arte... Lo sentimos como un derroche de pasión y poderío. En definitiva, lo sentimos como una forma de sacar del alma lo más profundo.
Volveremos...